¿Por qué todo el mundo se empeña en encajar en un molde? O mejor dicho, ¿por qué todo el mundo se empeña en etiquetar a la gente o clasificarla dentro de un grupo?
Son preguntas que me vienen muchas veces a la cabeza, y me dan rabia pero creo que inevitablemente etiquetar o estereotipar es algo que hacemos inconscientemente, aunque no queramos. Es una idea que se nos ha inculcado, tales personas responden a un perfil concreto, pero y ¿por qué?
Los medios de comunicación como instrumento utilizado por la fuerza gobernante, tienden a homogeneizar nuestros comportamientos, actitudes, pensamientos, necesidades o aficiones por nombrar algunos. Se podría decir, que hacen como una segmentación del mercado, en este caso el mercado sería la sociedad, en la que cada individuo, sin posibilidad de desmarcarse, debe encajar en un segmento.
Creo personalmente, que se puede escapar aunque sea de forma ligera de esta represión a la que nos someten sin darnos cuenta, podemos buscar métodos y desarrollar aptitudes para saber elegir lo qué queremos y porqué aunque luego sea difícil conseguirlo.
Pero es una tarea dura, difícil de llevar a cabo diariamente, porque por poner un ejemplo, después de un día de trabajo duro, o de estudio intenso, lo último que apetece al llegar a casa, es ponerse a buscar información o programas de calidad, si es que existen, y nos conformamos con lo que nos echen. Si hoy toca Gran Hermano, pues eso que vemos, aunque lo detestemos, o Mira quién baila! solo para ver a Ortega Cano haciendo el memo, intentando bailar algo. Pero, así pasa el tiempo y ahí nos tienen calladitos viendo los programas de poca monta que nos echan.
Más nos valdría desenchufar la tele y ponernos a la lectura, que aunque también nos dicten que libros leer, best sellers, por lo menos no se nos olvidará como escribir bien, o eso esperamos.
Para poner en evidencia que son posibles otros métodos de comunicación, hablaré brevemente de Oliviero Toscani, fotógrafo mundialmente por su trabajo en las campañas publicitarias de la marca Benetton. Éste encumbró a la marca saliéndose de lo establecido, con imágenes impactantes, en las que no se mostraba el producto, en este caso la ropa, sino que trataba el racismo, la guerra, la religión o la pena capital. Generó mucha controversia por como trataba algunos temas, como el homosexualismo masculino, pero no se ciñó a lo que se esperaba fuese una campaña publicitaria normal.
No podemos modificar las formas de comunicación, ni escapar a la fuerzas de los medios de comunicación masivos, pero podemos elegir no ser tan títeres de ellos.
Son preguntas que me vienen muchas veces a la cabeza, y me dan rabia pero creo que inevitablemente etiquetar o estereotipar es algo que hacemos inconscientemente, aunque no queramos. Es una idea que se nos ha inculcado, tales personas responden a un perfil concreto, pero y ¿por qué?
Los medios de comunicación como instrumento utilizado por la fuerza gobernante, tienden a homogeneizar nuestros comportamientos, actitudes, pensamientos, necesidades o aficiones por nombrar algunos. Se podría decir, que hacen como una segmentación del mercado, en este caso el mercado sería la sociedad, en la que cada individuo, sin posibilidad de desmarcarse, debe encajar en un segmento.
Creo personalmente, que se puede escapar aunque sea de forma ligera de esta represión a la que nos someten sin darnos cuenta, podemos buscar métodos y desarrollar aptitudes para saber elegir lo qué queremos y porqué aunque luego sea difícil conseguirlo.
Pero es una tarea dura, difícil de llevar a cabo diariamente, porque por poner un ejemplo, después de un día de trabajo duro, o de estudio intenso, lo último que apetece al llegar a casa, es ponerse a buscar información o programas de calidad, si es que existen, y nos conformamos con lo que nos echen. Si hoy toca Gran Hermano, pues eso que vemos, aunque lo detestemos, o Mira quién baila! solo para ver a Ortega Cano haciendo el memo, intentando bailar algo. Pero, así pasa el tiempo y ahí nos tienen calladitos viendo los programas de poca monta que nos echan.
Más nos valdría desenchufar la tele y ponernos a la lectura, que aunque también nos dicten que libros leer, best sellers, por lo menos no se nos olvidará como escribir bien, o eso esperamos.
Para poner en evidencia que son posibles otros métodos de comunicación, hablaré brevemente de Oliviero Toscani, fotógrafo mundialmente por su trabajo en las campañas publicitarias de la marca Benetton. Éste encumbró a la marca saliéndose de lo establecido, con imágenes impactantes, en las que no se mostraba el producto, en este caso la ropa, sino que trataba el racismo, la guerra, la religión o la pena capital. Generó mucha controversia por como trataba algunos temas, como el homosexualismo masculino, pero no se ciñó a lo que se esperaba fuese una campaña publicitaria normal.
No podemos modificar las formas de comunicación, ni escapar a la fuerzas de los medios de comunicación masivos, pero podemos elegir no ser tan títeres de ellos.
Un saludo de mi abuela quiere mi ropa!!!
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