24 mayo 2009

Sexo en Nueva York... y algo más.


Sexo en Nueva York fue una exitosa serie que comenzó en los años 90 y que contaba la vida de cuatro mujeres de La Gran Manzana. La protagonista Carrie Bradshaw, escribe una columna en el periódico ficticio New York Star, donde habla sobre hombres, relaciones… siempre inspirándose en lo que historias que ella o sus amigas han vivido.

La serie no sólo es famosa por su trama sino también por los estilismos que lucen las protagonistas y que describen sus caracteres a la perfección:





• Carrie, la protagonista, es una fanática de los clubs, restaurantes y bares de moda y una amante de la moda, sobretodo de los zapatos (los Manolos siempre se asociarán a esta serie). Busca el amor, que al final encuentra en Mr. Big, aunque esta relación le produce más de un quebradero de cabeza ya que rompen en varias ocasiones.





• Charlotte, es la más puritana de las cuatro, proviene de una familia acomodada, lo que se nota en sus buenos modales y su ropa recatada. Busca al hombre perfecto, con quien casarse y formar una familia, cuando lo encuentra se da cuenta de que lo perfecto muchas veces no es tan perfecto y al final acaba casada con un abogado con el que adopta a una niña.




• Miranda, es la más independiente, busca un hombre pero no está dispuesta a perder nada por conseguirlo. Está en la cresta de su carrera profesional, es abogada, un duro mundo para una mujer por lo que no está dispuesta a darles razones a sus colegas para que la consideren inferior, lo que le supondrá tener que sacrificar muchas relaciones. Su look se va suavizando conforme pasan las temporadas, en las primeras tiene un estilo muy masculino.




• Samantha, es la más liberal, siempre consigue escandalizar a Charlotte con sus comentarios, necesita tener un hombre a su lado aunque sólo sea para que le de una noche de pasión ya que es contraria al compromiso, no está dispuesta a que su vida gire en torno a otra persona que no sea ella misma.




En la serie se presentan muchos códigos relacionados con el mundo de las mujeres y los tópicos que conlleva, llegando en ocasiones a ser un poco machista. Las protagonistas se pasan toda la trama buscando al hombre ideal, según los criterios de cada una, el marido perfecto o el sexo perfecto, el caso es tener un hombre al lado. Otro de los tópicos que se tratan es la adicción de las mujeres a la ropa y, en especial, a los zapatos. Carrie a menudo tiene problemas con su tarjeta de crédito por pasarse del límite, debido a su obsesión por adquirir más y más zapatos de firma. Sin embargo, creo que tratan los temas de manera exagerada, aunque al fin y al cabo ¿no es eso lo que hacen en todas las series, películas, realities, etc.? La televisión es espectáculo y como tal nadie debería ofenderse ni tomarlo enserio. A la mayoría de mujeres nos gusta la ropa, sí, ¿para qué negarlo?, pero no a TODAS, de la misma forma que no podemos decir que a todos los hombres les gusta el fútbol. En la serie, las cuatro mujeres están al tanto de las últimas tendencias, no sólo en cuanto a ropa, también van a los lugares más cool de Manhattan.

Para concluir cabe decir que hay muchas series que tratan de reflejar la “realidad”, pero lo hacen siempre exageradamente. Otro buen ejemplo lo tenemos en numerosas series españolas dirigidas a adolescentes como, Física o química o las desaparecidas Al salir de clase y Compañeros, éstas tratan de contar la vida de los jóvenes, pero siempre exagerando. En el caso de Sexo en Nueva York, se trata de contar la vida de cuatro mujeres triunfadoras, de cómo ven la vida, las relaciones, el sexo, el amor… A raíz del éxito de esta serie surgieron otras con temática parecidas, éste es el caso de Mujeres de Manhattan o Cashmere Mafia, dos series que giran en torno a un grupo de mujeres con carreras de éxito que tratan de conciliar la vida sentimental sin dejar de lado lo profesional. El eterno dilema ¿es capaz una mujer de atender una familia a la par que un puesto de cierta relevancia en una empresa? Pero este tema daría para mucho y no viene al caso.
Mujeres de Manhattan

Casmere Mafia


17 mayo 2009

¿Hacen los medios a la sociedad o la sociedad hace a los medios?

La eterna pregunta que nos asalta y que ha causado tantos y tantos debates se puede contestar de una manera u otra según la perspectiva desde la que la mires; ¿Es la sociedad la que modifica a los medios y los influye de tal manera que estos se adaptan a ella, o son los medios los que se modifican según quieran construir un modelo u otro de sociedad?

Según la teoría crítica, y si se me permite la observación, según mi opinión, son los medios los cuales mutan, se transforman y modifican para influir de una manera determinada a la sociedad y llevarla por el camino que ellos quieren, creando al fin y al cabo una sociedad esclava de los llamados “mass media”.

Cualquier noticia o hecho medianamente destacable (o que ellos consideren digno de mención) es manipulada, en mayor o menor medida, para crear una opinión determinada en la sociedad y conseguir que ésa camine al son de su música.

Para qué sirve esto se preguntarán muchos. Unificar la opinión de una gran masa de gente significa poder, significa control y con poder y control se consigue todo lo que uno se propone.

Un tema que se ha visto muy manipulado y machacado a lo largo de la historia ha sido el de la juventud. Especialmente hoy en día. desde hace unos años se les ha criminalizado casi a diario llamándoles drogadictos, delincuentes, etc. Todo esto ha sido generado tanto por la ignorancia, como por el miedo, como por la novedad, todo ello fomentado por los medios de comunicación de masas.

El mundo de los adultos y el de los jóvenes ha estado siempre separado por una gran e infranqueable zanja. Los adultos nunca han entendido a las nuevas generaciones, ni se han molestado en intentarlo y viceversa. Se tienen un gran miedo, fruto de lo poco que se conocen entre ellos y de las múltiples novedades que surgen en la sociedad día a día.

Uno de los grandes cambios que todos hemos podido percibir ha sido la estética juvenil. La revolución estética no ha sido casual, se ha desarrollado a raíz de un afán de rebelión y diferenciación que obsesiona a toda la juventud.
Estos cambios tan criticados, tanto por los adultos como por los medios no son sino la semilla de una sociedad que ellos mismos han sembrado y han ayudado a desarrollarse y crecer hasta convertirse en lo que es hoy en día.

11 mayo 2009

La provocación del School style

¿Quien no conoce aún Gossip Girl? En Norteamérica es todo un fenómeno desde su primera temporada y en España gracias a Cuatro ha entrado pisando fuerte, ¡incluso anuncian las novelas! Aunque por lástima el doblaje al castellano deja mucho que desear.


Para quien no sepa mucho, se trata de una serie ambientada en el Nueva York más rico y chic, el Upper East Side, personalizado en los jóvenes de la escuela de chicas Constance Billard y la de chicos Saint Jude. Una serie dramática que nos recuerda a The OC pero sin esas playas californianas y algo menos utópica, esta vez se trata de una telenovela adolescente más enrevesada y oscura.


Pero fijémonos en la moda, que es como un personaje más pero incorpóreo y omnipresente. La serie ha impulsado el “school style” pero algo más glamouroso y sofisticado, principalmente si nos fijamos en Blair Waldorf y su séquito. Provocación, falsa inocencia, seducción, formalidad y pulcritud se juntan en este estilo que parece resumir en imágenes el argumento.



Para una simple espectadora es una serie entretenida, excitante y que engancha con sus historias enredadas con las que abstraernos un rato ¿de ahí su éxito? Muchos no lo ven con tan buenos ojos y con el paso de las temporadas opinan que puede estar yendo demasiado lejos. Y es que en todo se pueden hacer muchas lecturas según qué descodificación hagamos, esta serie como casi todas las novelas adolescentes contiene muchos subcódigos y posibles mensajes que lleguen a los jóvenes.



Sexo, drogas y dinero son algunos de los factores en la serie que más controversia producen. Algunas lecturas extraen conclusiones como que el hecho de que algunos líos entre esos tres factores y la juventud de sus protagonistas y que finalmente salgan “impunes” y sigan su vida sin consecuencias no es muy buen ejemplo para espectadores que en ocasiones no superan los 15 años. Algunos blogs, al hilo de los anuncios de los nuevos episodios como los que muestro arriba, comentaban lo inapropiado que era para los adolescentes, uno en concreto señalaba que estas cosas son las que llevan al embarazo juvenil.


Esta claro que puedo llegar a entender esas opiniones pero creo que son unas críticas en ocasiones “ciegas”, como se suele decir la realidad siempre supera a la ficción. Podemos ver situaciones similares y más fuertes muy cerca, por eso aludo a la ceguera de algunas críticas que no son conscientes de la realidad de los adolescentes (llegando a referirme incluso a niñ@s de 13 años) en la actualidad, en lo referente al sexo lo mostrado en Gossip Girls se podría calificar incluso de naive.


Seria interesante comparar estos contenidos y la controversia con algunas españoladas como “física o química” o “sin tetas no hay paraíso” con una realidad mucho más oscura y que además sí pretende ser un fiel reflejo de la realidad que viven sus espectadores, daría mucho que hablar también.


En definitiva, creo que muchas veces se buscan muchos entresijos a todo y se fuerza la preocupación. Los códigos y subcódigos que se pueden extraer de series televisivas como esta son complejos y variados, es algo inútil tratar de controlarlos o de echarles la culpa de algunos comportamientos que luego se dan en la realidad, la educación de cada uno es suficiente filtro.